Terminé de cenar, me levanté y me dispuse a subir hacia mi cuarto lo mas pronto posible, pues me sentía demasiado cansado como para platicar con mis padres acerca de lo que haríamos mañana. en el instante que llegué a mi cuarto, tiré sobre mi cama como si nada en ese momento me importara, e intenté dormirme. Pero sólo unos minutos después, me dí cuenta de que no lograba conciliar el sueño porque dejé mis luces encendidas. Las apagué y me relaje durante unos instantes, pensando en infinitos y cosas que el ser humano jamas podría alcanzar. De pronto, sentí un brusco movimiento, y me sentí dentro de un túnel que giraba aleatoriamente.
Comenzé a escuchar unos extraños ruidos y rápidamente deduje que eran voces y pasos, pero no lograba identificar de donde venían. Me sentía extraño, pero no tenía miedo, sólo era un momento donde me encontraba sorprendido. me volteé rápidamente y asombrado me vi a mi mismo acostado en la cama. Yo dormía profundamente, pero al mismo tiempo me encontraba en frente de mi cama mirándome, y no podía hacer nada para despertarme.
Esto es solo un sueño, me decía a mi mismo mientras caminaba alrededor de mi cama, pensando en que iba a hacer si no lograba encontrar la manera de despertar. Me senté en el sillón que se encontraba en mi habitación, y me dispuse a meditar. Repentinamente, escuché la voz de mi ya fallecida abuelita, que me llamaba desde el otro lado de la habitación. Sin temor, me acerqué a ella, y apenas estuve cerca, me dijo: Ven acompáñame a caminar por la casa. Me quedé atónito al escuchar su dulce voz, pero aun así, continué y caminé con ella.
Me explicó que este era un mundo por el cual sólo se podía acceder mediante los viajes astrales, donde tu alma se separa de tu cuerpo, y donde no rige el tiempo. Me sentí mas seguro donde mi abuelita se encontraba conmigo, y me dijo que tenía toda libertad de ir a donde yo quisiera, pero debía regresar a donde me encontraba dormido, de lo contrario, si me perdía y no regresaba, me encontraría vagando por siempre este extraño mundo. Teniendo presente la advertencia, me preparé para salir e ir a visitar a mis amigos (mwhahaha) pero, en vez de eso, me encontraba en el hogar de un doctor a quien sólo conocía por oído. Me quedé asombrado al ver que el doctor se encontraba despierto, haciendo un informe sobre sus pacientes, supuse que no me podía ver ni oír, así que me acerqué a leer su trabajo. Pasé un buen rato, y me aburrí con el informe, salí de la casa, e intenté visualizar mi casa, para poder regresar, porque ya me sentía muy solo. Igual a como llegué, sin darme cuenta, ya estaba en mi habitación, viéndome de nuevo, tratando de encontrar a mi abuelita, para preguntarle como regreso al mundo normal, y para despedirme.
Ella ya no apareció, solo vi a mi viejo perro caminar por el patio una vez más, y desaparecer al entrar en contacto con la pared donde se encontraba su hogar. Volteé a ver a mi otro yo dormir, y me acerqué a ver si podía encontrar la manera de regresar, cuando toqué su(mi) mano, sentí una extrema sensación de caída, la cual no podía parar, y me desperté dando un salto hacía delante.
Eran las 8 am del sábado, estaba sudando frío y tenía la respiración agitada. Rápido comprendí que no había sido sólo un sueño, sino que en realidad había dejado mi cuerpo atrás, y visitado a aquel doctor, quién llamé para comprobar si era su casa en realidad. Le dí una descripción completa de lo que recordaba de su casa, y quedó muy sorprendido con la exactitud de los componentes de su hogar. Me preguntó si había visto otra cosa, y le mencioné acerca de mi abuelita, lo cual ya no supo si creer o no creer.
Fui a decirle a mis padres acerca de lo que viví...o sólo vivió una parte de mí, pero antes de que pudiera decir algo, me preguntaron el porque de mi rápida subida hacia mi habitación. Les dije que me sentía mal, y les conté todo, sin perder el mas mínimo detalle, pero aun siendo mis padres, no me creyeron.
Pero le sigo contando esta historia a gente que creo que les puede interesar,pero hasta ahora, no he encontrado a nadie que me crea...